Duendes (Parte 1)

Los duendes siempre han sido para mi algo que solo esta en la imaginación de algunas personas, seres extraños o creaciones de algunos más, en ocasiones seres que provocan algo de miedo, a continuación relato las cuatro historias que mas han influido en mi vida sobre estos seres:

Historia 1.

Un niño caminaba sobre una vereda la cual recorría día a día al ir al caminar con su mascota, esta se encontraba en época de lluvias llenas de sapos del tamaño de un conejo, de árboles enormes y de un pequeño rió que escondía entre las rocas a duendes que solo podían ser observados por los niños. Cierto día después de mojarse los pies un rato en el río, el niño empezó a escuchar un sonido muy lejano, como todo niño con dudas empezó a tratar de encontrar el lugar de donde venía, así que sin darse cuenta de cuanto tiempo y distancia había recorrido llego a un lugar con un árbol enorme, el más grande que había visto hasta sus 8 años, y justo de ese lugar provenía la música, al acercarse, descubrió a dos pequeños seres que lo invitaron a jugar, el acepto sin dudarlo, comió con ellos, bailo con ellos y pidió amablemente que nuevamente tocaran esa música que lo había llevado hasta aquel lugar y así lo hizo uno de los pequeños duendes, el pequeño niño hipnotizado por la bella música que salía de un flauta empezó a sentir que volaba y se alejaba de gran árbol, de pronto se vio inmerso en un lugar lleno de nubes algo así como algodón, en donde brincar y reír como nunca lo había hecho, sin percatarse de nada más dejo que todas esas nuevas emociones de hicieran dueño de él, hasta que de pronto sintió como un ruido extraño lo hizo caer de forma brusca y en su intento desesperado por sujetarse de algo, logro hacerlo de uno de esos pequeños seres, de inmediato lo llevo al árbol en donde suspiro al saberse al salvo, quiso volver a subir pero no podía, había algo que no lo dejaba pero no sabía que era, una vez escucho un ruido, algo así como un grito pero al pensarlo sentía que era como un trueno y al tratar de recordarlo sentía que escuchaba otra cosa, confundido pidió una explicación, los duendes solo dijeron que era alguien que no lo dejaba jugar, el pequeño quiso bajar de la copa del árbol pero ahora tampoco podía, estaba atorado, pidió ayuda, pero entonces se dio cuenta de que estaba solo, ahora el molesto ruido era más constante, siguió gritando pero lo único que recibía como respuesta era ese ruido cada vez mas confuso, sin pensarlo lanzo su cuerpo al vació esperando no lastimarse y antes de caer, se dio cuenta de que nunca había estado en lo más alto del árbol y ahora lo escuchaba y lo veía de forma clara, era su mascota la que emitía ese molesto ruido al ver que dos seres querían llevárselo, cuando volteo vio uno de ellos y le dijo que se fuera, el duende le dijo que lo acompañara, pero en ese momento el niño supo que debía regresar y corrió agradecido con ese pequeño perro que impidió que los "duendes" se lo llevaran para siempre. (Contada y vivida por mi abuelo)


Historia 2.

Una vez mientras la bruja del pueblo lanzaba de su boca una extraña mezcla de hiervas sobre mi hermano para curarlo de espanto, empezó a contar una historia, sobre pequeños seres que se aparecían para jugar en algunos lugares cercanos al pueblo, la intención de estos es solo jugar pero alguna que otra vez si el niño invitado a jugar les gusta se llevan su alma para siempre, después de decir eso volteo hacía donde yo estaba y me dijo: "Nunca dejes a tu hija bajo un árbol sola, ella será candidata para ser llevada por ellos", obvio a mis 11 años vi eso como una locura hablada por una señora extraña y viejita que lanzaba líquidos raros. Años después al convertirme en mamá de una hermosa niña, ese pensamiento paso por mi cabeza una y otra vez, y hasta el día de hoy jamás, dejo a K jugar sola o estar sola bajo un árbol.



Historia 3

Cuenta mi tía que cuando vivía en su enorme casa en bosques de Aragón, en uno de los cuartos se escuchaban ruidos por la noches, ruidos de los juguetes de sus hijos, un día esos ruidos y la curiosidad hicieron que se despertara, tranquilamente salió de su cama y tratando de hacer el menor ruido posible llego hasta el cuarto de uno de sus hijos, que fue lo que vio.... a el más pequeño de ellos jugando con algo así como un hombre miniatura, mi tía asustada regreso a su cuarto por mi tío, pero al regresar no había nadie jugando, ni siquiera estaba alguno de mis primos despierto (hoy se cuando un niño miente sobre dormir), al día siguiente espero lo mismo pero nunca vovío a encontrar nada, su enorme miedo la hizo cambiarse de casa poco tiempo después y dasegurar que los duendes querían robarle a su hijo.


Historia 4

Mi mamá siempre ha sido una persona que cree en seres de otros mundos y ondas así, yo al contrario de ella siempre he sido miedosa con esos temas, el escuchar ruidos y cosas me hace ponerme en estado de pánico, recuerdo una vez que estando en casa hasta tarde haciendo mi tarea, sentí la mano de alguien en mi hombro, acto seguido corrí hasta el cuarto de mis papas y no volví a salir de ahí hasta el otro día, cuando conté eso a mi mamá me dijo que seguro había sido mi abue tratando de decirme que me fuera a descansar, y eso mismo paso una vez que salió el tema de los duendes, mi mamá dice que son niños que quieren jugar (nótese que en las tres historias anteriores han dicho lo mismo) pero a diferencia de los otros mi mamá dice que no te llevan a ningún lado, que solo son maldosos y esconden a veces las cosas o las cambian de lugar pero que eso se soluciona con un regaño, algo así como el que te daban cuando regresabas más tarde de la hora acordada y con eso santo remedio para que los duendes dejen de jugar con tus cosas, el secreto para el buen trato es dejarles un vaso con agua y algunos dulces de vez en cuando.


Mi madre siempre ve las cosas buenas de todo y ella con sus historias me cambio la idea del miedo a los duendes por el juego con los duendes y de aquí se desprende lo que escribiré en mi siguiente post y la razón original por la que empecé con esto. Mientras tanto linda tarde. ñ_ñ

Sls...

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