Lo malo es mentir....

No recuerdo la fecha y mucho menos la hora, pero si como fué ese día. Estaba revisando y terminando de preparar el curso que daría al siguiente día y sono ese teléfono gris del trabajo, hola!, conteste y nadie respondio a ese saludo, de nuevo hable: "bueno" y entonces escuche una respiración al teléfono, de inmediato supe quien era, aunque tenía meses que no sabía nada de ti y mucho menos hablabamos sabía, sentía que eras tú, y así fué, no me equivoque, me saludaste, hablamos escasos minutos y no logro recordar exactamente como fué que acordamos vernos, pero fue así de breve: "te veo en .... en 30 min", emocionada como cada que tenía cierto tipo de contacto contigo, me apuré a terminar lo que estaba haciendo, y llego la hora, fuí caminando nerviosamente, esperando verte desde mi ventana pero no fué así, segui caminando y al cruzar el puente, logre ver a lguién que traía algo en las manos, pero mi mala visión no me dejo distinguir que era, así que con más nervios aún, seguí mi camino y al terminar de bajar las escaleras de ese puente, sentí que mi corazón quería salir corriendo, respire profundamente para no caer y trate de ocultar un poco la emoción que me daba verte de nuevo.

Por fin llegue hasta donde estabas, como siempre siguieron esas palabras mágicas que solo tú sabías decirme y enseguida un lindo abrazo, comenzamos a caminar y estaba ansiosa por preguntar cosas, pero no salían palabras de mis labios, estaba hipnotizada con tu voz y esa mirada que hasta el día de hoy me puede derretir, después de caminar un rato, mencionaste que tenías algo para mi, así que me diste una hoja, y tus siguientes palabras fueron: "D, no lo leas, solo abre la hoja y sostenla", eso hice y entonces entendí porque llevabas contigo esa guitarra de la que tentas veces habiamos platicado, e hiciste ese momento uno de esos tantos recuerdos que no podría terminar de contar, sin duda, n gran, gran regalo, tus manos se entregarón a la guitarra y tu voz me regalo esto: